“EL 60 POR CIENTO DE LOS JÓVENES LATINOAMERICANOS VIVE EN PRECARIEDAD LABORAL Y DESEMPLEO”

Publicado el 10 Junio 2022
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• En la mesa de diálogo Persistencias y emergencias de las desigualdades en las nuevas generaciones de América Latina y el Caribe, en el marco de la IX Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales, participaron la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la SECTEI; los doctores Luis Mata y María Herlinda Suárez, de la UNAM; Juan Romero, de la Universidad Centro Litoral de Uruguay, y Antonio García, de la Universidad a Distancia de Costa Rica

La condición de precariedad educativa y laboral de muchos jóvenes en la región latinoamericana, así como las circunstancias que les orillan a incorporarse a ambientes de violencia, fueron planteados en el diálogo Persistencias y emergencias de las desigualdades en las nuevas generaciones de América Latina y el Caribe, que se realizó en el marco de la última jornada de la IX Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales. En el encuentro, realizado en la Facultad de Derecho de la UNAM, participaron la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación; Luis Mata Zúñiga y María Herlinda Suárez, de la UNAM; Antonio García, de la Universidad a Distancia de Costa Rica; y Juan Romero, de la Universidad Centro Litoral del Norte de Uruguay. En el inicio de la sesión, la doctora Ruiz Gutiérrez presentó un diagnóstico de las condiciones en las que se encontró a la educación en la Ciudad de México al inicio de esta administración y las principales acciones que al respecto ha implementado la jefa de Gobierno, la doctora Claudia Sheinbaum. Encontramos, citó, profundas diferencias territoriales, infraestructura dañada y abandonada y una cobertura del nivel inicial, media superior y superior, baja con respecto a lo que requiere la ciudad. También se registraban elevados niveles de abandono y deserción, principalmente en secundaria y bachillerato. Frente a esa realidad, se desarrollaron una serie de programas que, por ejemplo, en educación básica han permitido logros importantes, apuntó. En este nivel se otorga una beca que le llamamos Bienestar para niños y niñas con 1.2 millones de integrantes de primaria y secundaria y también de escuelas especiales que hoy son beneficiados con este apoyo. Otro esquema es La escuela es nuestra-Mejor escuela, en el que se otorgan recursos para que los padres de familia decidan mejoras en los planteles. Además, en el nivel de educación media superior se han creado cinco nuevos planteles, detalló. Y también están los PILARES, centros comunitarios creados en las zonas con mayor rezago educativo y con los más altos índices de violencia. Ahí, la gente puede terminar la primaria, la secundaria, la preparatoria e incluso una licenciatura. En el nivel superior, el gobierno ha creado dos nuevas universidades. Una de ellas es la Rosario Castellanos que tiene tres años y hoy ya cuenta con 31 mil alumnos, un crecimiento que no tiene comparación en todo el país. La otra es la Universidad de la Salud con alumnos de todo el país y casi dos mil inscritos. “Nuestro proyecto de educación está en el centro de la política del gobierno de la ciudad y ahí es donde hay que poner un énfasis muy importante, para apoyar a los y las niños y jóvenes”, resumió. En su intervención, Mata Zúñiga, doctor en ciencias políticas y sociales e investigador de la UNAM, expuso que en el país la suspensión de clases en todos los niveles educativos por la pandemia el 23 de marzo de 2020 paralizó la actividad presencial de más de 37.5 millones de estudiantes y 1.2 millones de docentes. Los resultados más recientes en la matrícula tras de la pandemia son semejantes a 2015 y 2016 con 4.9 millones de estudiantes registrados tanto en el primero periodo como en el ciclo 2020-2021. En secundaria se contaba con 6.8 millones de alumnos y hoy se reportaron 6.3 millones, lo que incidirá en una disminución de ingresos a los niveles de educación media superior, pero también en las trayectorias laborables. “El golpe que supuso la COVID-19 al sistema educativo fue justo en la transición entre secundaria y media superior”, sostuvo. El doctor Mata Zúñiga recordó que entre los objetivos de la investigación respectiva que realizó fue identificar los desafíos educativos y laborables que planteó la pandemia a los docentes jóvenes de nivel medio en la Ciudad de México, tanto de escuelas públicas y privadas. De acuerdo con el investigador, entre los resultados preliminares se encuentran una precarización laboral tanto en instituciones públicas como privadas; trabajan en un contexto de alta fragilidad y no tienen condiciones de incorporación. En tanto, el uruguayo Juan Romero, expuso que la política pública de los países de la región latinoamericana debe orientarse a generar condiciones de desarrollo y educativas que permitan a las y los jóvenes acceder a empleos bien remunerados con seguridad social. De acuerdo a cifras de la CEPAL, indicó, los jóvenes, especialmente indígenas, afrodescendientes y mujeres en el mundo urbano “son los más afectados por el desempleo, condición que se agravó con la pandemia”. Desde los medios de comunicación, la ideología dominante y el mercado se nos dice “tú tienes que ponerle ganas para salir de la pobreza, si no te esfuerzas, no sales”, cuando no es una cuestión de voluntad únicamente o del azar. Entre 1990 y 2019, solo hubo cinco países de la región con indicadores de muy alto desarrollo humano: Chile, Argentina, Uruguay, Panamá y Costa Rica, donde más del 70% de jóvenes tuvo empleo bien remunerado con seguridad social. En contraste, el 60 por ciento de este sector se registró en precariedad laboral y desempleo en el resto de naciones latinoamericanas. Se les exige que se esfuercen, añadió, pero si no son protegidos por la sociedad mínimamente es muy difícil evitar que después se presenten prácticas violentas; “con esto no estoy justificando, pero al menos hay que intentar generar condiciones para que su desarrollo”. El sociólogo Anthony García Marín, de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica, presentó un trabajo que realizó en colaboración con su colega Raúl García, dentro del Seminario Investigación en Juventud. La definición de los años de estudio, especificó, obedece a los años en los cuales las personas jóvenes estarían en las diferentes transiciones y ciclos en la parte educativa inaugural, a los 16 años, cuando ingresan a la secundaria o media superior, en cada uno de los países; a los 18 años, cuando ya la terminaron; y a los 24 años cuando concluyeron el proceso en la educación superior. Para este trabajo se seleccionaron a tres naciones: Argentina, Costa Rica y México. Del análisis se derivan factores de interrupción de estudios y de rezagos. Se mide también el curso socio ocupacional en el que se incluye la fuerza laboral en sus distintas formas, y también el empleo oculto, por ejemplo, que desempeñan las mujeres en temas de cuidado, por ejemplo En su intervención, María Herlinda Suárez, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, resaltó que el gobierno de la Ciudad de México haya puesto a la educación en el centro de su estrategia de gobierno. Las identidades precarizadas generan desigualdad en una filosofía de competencia. “Es necesario hacer una convocatoria desde la razón que llame no al movimiento social, sino aquel que construya nuevas instituciones”, asentó.