“MÁS DE DOS TERCIOS DE LAS MUJERES EN EL PAÍS HAN SIDO VÍCTIMAS DE VIOLENCIA”

Publicado el 10 Marzo 2022
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• La nueva sesión del Seminario Movimientos Sociales Siglos XX y XXI fue moderada por la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) y tuvo como temática Los nuevos feminismos

Los avances y las tareas pendientes en torno a la igualdad de género, así como los movimientos que han incidido históricamente en la realidad de las mujeres, y la necesidad de profundizar las luchas para revertir desequilibrios, formaron parte de la discusión de la nueva sesión del Seminario Movimientos Sociales Siglo XX y XXI. En esta nueva edición participaron tres doctoras expertas en el tema: Karina Ochoa Muñoz, de la UAM Unidad Azcapotzalco; y de la UNAM, Marisa Belausteguigoitia Rius, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), y Cintia Martínez Velasco, de la Facultad de Filosofía y Letras, quienes participaron en este encuentro que llamado Los nuevos feminismos. En el inicio de la sesión, la doctora Ruiz Gutiérrez rememoró que desde todos los movimientos que han permitido avances como los que hoy vemos, figuran los femeninos vinculados, en buena medida, con la posibilidad de que las mujeres tengan puestos de dirección, incluso ahora tener a la primera jefa de Gobierno electa, como la doctora Claudia Sheinbaum, o los diferentes puestos en los que hoy están ellas. Desde luego, todavía no es suficiente; por ejemplo, aún no hemos tenido una rectora en la UNAM o una presidenta de la República; ha habido avances indudables, apuntó. Sin duda, el feminismo nació en oposición como un fenómeno universal que se caracteriza por el dominio masculino y la desigualdad de género en las sociedades, definió. En la sesión de preguntas y respuestas, la doctora Ruiz Gutiérrez planteó que en gran parte el género ha sido impuesto por la colonización. Es muy importante conocer cual ha sido el papel de las mujeres en los distintos movimientos, y preguntó a las expertas lo que debe rescatarse de los grupos que particularmente han estudiado. La doctora Ochoa Muñoz respondió que para entrar al futuro hay que dialogar con el pasado para posicionarnos en el presente. Entonces, estas revisiones tienen como pretensión entender los patrones de dominación que han tenido un proceso histórico continuo. Más adelante, la titular de la SECTEI refirió los avances registrados como el derecho a la interrupción del embarazo en muchas ciudades del planeta; que bueno que hoy se pueda discutir ampliamente en torno al maltrato o a la explotación y, al respecto, preguntó a las ponentes en torno a los avances del feminismo en el país. En respuesta, la doctora Martínez Velasco planteó que hay que revisar nuestras violencias y errores y trabajar de una manera más institucional en temas de protocolos y denuncias; es algo que queda pendiente, indicó. La primera intervención estuvo a cargo de la doctora Ochoa Muñoz, quien aludió a lo que llamó feminismos decoloniales en América Latina por existir diversas trayectorias y genealogías del tema y no uno solo. Particularmente, añadió, el asunto empezó a visualizarse en las dos últimas décadas del siglo XX, cuando la región latinoamericana vivió un largo proceso de liberación de las economías nacionales, acompañado de acciones dirigidas al desmantelamiento de las dictaduras militares, así como del empuje de procesos de transición democrática. Fue una etapa que implicó la implementación de políticas de apertura comercial y de cambio estructural, de un reordenamiento político-social que tuvo impactos en las poblaciones rurales y urbanas, y en sectores racializados como indígenas, mestizos/mestizas empobrecidas, afrodescendientes y afroamericanas. Ante ello, estos sectores no tardaron en organizarse y articularse alrededor de movimientos sociales, el indio y el afrodescendiente, que convirtieron a la zona en un laboratorio geopolítico de la radical reconfiguración del orden global y también en un terreno fértil para nuevas expresiones de protesta y resistencia que convocaron a pensar las alternativas contra la globalización neoliberal. Se empezaron a escuchar voces de mujeres con perspectiva feminista. En este debate ha resultado importante conocer las implicaciones de la conquista y la colonización en la configuración del sistema, señaló. “Sin bien el debate decolonial emerge y tiene presencia a partir de la década de los años 90, en el contexto de la visualización de las poblaciones racializadas, el tema decolonial ha sido una constante en nuestra historia desde el momento en que Colón bajó del barco”, dijo. En tanto, la doctora Martínez Velasco celebró la marcha del 8 de marzo de 2022, desarrollada de forma pacífica y nutrida en las calles de la Ciudad de México. A partir de 2006, recordó, se registraron los momentos en los que empezaron manifestar, por ejemplo, la convocatoria de la marcha del 24A, a la que se le llamó `primavera violeta’ con el hashtag #vivaslasqueremos, manifestación que inició en Ecatepec. Después, se crearon círculos de confianza para hablar de aquello que no se hablaba en la esfera de la secrecía, de la vida privada, lo que conectó con el hashtag #miprimeracoso que se abrió en diferentes países de América Latina. Hablar de una nueva ola de feminismo implica referirse a población fuerte que se encuentra en las universidades, mujeres de entre 18 y 25 años con una dinámica de clara horizontalidad, posible por el manejo de redes hoy sustitutas de los movimientos liderados que, por el contrario, promueven una estructura vertical. Hay dos factores esenciales que impulsan el feminismo hoy, detonantes fuertes de las movilizaciones: por un lado, el aumento de la violencia. Al respecto, resaltó que “de acuerdo con el INEGI, en 2016, el 66.1 por ciento de las mujeres del país han sido víctimas de violencia”. Por el otro, el incremento de feminicidios durante la pandemia. “Para 2018, en cuestión de feminicidios, los peritajes realizados en el ministerio público contaban con siete por ciento de peritos con sensibilidad al tema de género. Existe una gran cantidad de impunidad, lo que ha llevado al incremento de manifestaciones feministas de rabia e indignación”, asentó. La doctora Belausteguigoitia Rius explicó que, actualmente, en el Centro que encabeza en la Universidad se ha puesto en marcha la llamada “Escuela de la rabia”, donde se habla de cómo construir la memoria con relatos analíticos e imaginativos; las dos emociones relevantes son la rabia y la imaginación. Los nuevos feminismos no están enfocados en el fondo, sino en la forma, la manera en que cómo construyen y se narran sus historias. Para el feminismo, abundó, no sólo es importante generar los cambios, sino contar las historias adecuada y verazmente. La historia del feminismo actual tiene tres dimensiones: sensibilidad, inclusión y colectividad. También incluye seis rasgos: construcción de relatos horizontales con más de una historia; creación de emociones surgidas cuando se minimiza, altera, o excluye la experiencia femenina; el curso obligatorio de asignaturas, y el disfrute del recreo, al que definió como pausa ante el dolor y la rabia; la importancia de cuidarse de enemigos comunes como los hombres y las autoridades; la concientización de que lo esencial no es terminar la historia, sino seguirla; y la aceptación de la interdependencia como condición. Doctora en Estudios Éticos y de Género, la especialista en nuevas pedagogías, destacó que el poder de las historias del nuevo feminismo no es el de vencer, sino cambiar los significados, “cambiar la forma en que se entienden y se nombran las cosas del mundo, el poder de revertir y renombrar, no de controlar”.