UNISA FORMA MÉDICAS Y MÉDICOS QUE SIRVEN A LA COMUNIDAD: MATVEY SOSA ARELLANO
• Sosa Arellano, docente en la UNISA, señaló que esa institución goza de un concepto revolucionario de ir hacia la comunidad y no a la inversa • “El gobierno de la Ciudad de México ha invertido en espacios educativos, críticos y transformadores, un gran paso para cambiar la sociedad”, afirmó
Matvey Sosa Arellano, originario de Culiacán, Sinaloa y egresado de la Facultad de Medicina en la Universidad Autónoma de esa entidad, es actualmente profesor de tiempo completo en la Universidad de la Salud (UNISA) desde que inició actividades hace poco más de tres años, la cual está adscrita a la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de la Ciudad de México.
“En la Universidad de la Salud, el elemento comunitario está presente en todos los momentos de su formación, el cual tiene que ver con prácticas comunitarias. El enfoque de la UNISA es, desde mi perspectiva, revolucionario, pues nos encargamos de llevar al médico a la comunidad y no solo esperar a que la comunidad vaya al médico”, manifestó Matvey Sosa Arellano.
Este profesor de la UNISA, centro educativo creado por el gobierno de la Ciudad de México, apuntó que la formación de estudiantes en otras universidades, particularmente en la carrera de medicina, es más a nivel individual y no colectivo, como debería de ser y explicó que el principal aspecto que han tratado de fomentar en los alumnos es el factor comunidad, que lo más importante de la educación no es que haya educación en sí misma, si no que sea transformadora y crítica.
“Si el gobierno actual ha invertido en espacios educativos, críticos y transformadores, ha dado un gran paso para cambiar la sociedad. De tres años a la fecha, he tenido un crecimiento personal, profesional, académico y de investigación asombroso. La Universidad de la Salud me ha dado bastante y le ofreceré siempre lo mejor de mí”, añadió.
Aunque ya tenía experiencia como docente en otras universidades, ser profesor en la UNISA representó para él un cambio en la dinámica de la docencia.
“Al ingresar a la Universidad de la Salud descubrí un proyecto educativo tan real, en el sentido de la sensibilidad que tiene con las necesidades de la nación”, señaló Sosa Arellano.
Detalló que en esta universidad, una de las dos universidades que se crearon en la Ciudad de México en esta administración, las y los jóvenes aspirantes a médicos, médicas, enfermeros y enfermeras encontrarán la oportunidad de desarrollarse en dos carreras con la calidad humanística más alta, pues ambas no pueden ir desligadas.
El docente del área biomédica clínica e integrante de la Academia de Atención Primaria y Curso de Vida en la UNISA apuntó que la institución tiene convenios con otras instancias como el Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN).
El también presidente del Comité de Investigación de la universidad dijo que este órgano es esencial para cualquier institución donde se genera investigación.
“Me siento honrado de ser parte de este Comité, integrado por un grupo de médicos de distintos perfiles. Las primeras etapas de trabajo estuvieron relacionadas con la realización de manuales operativos. Ahora el propósito es llevar a cabo investigación de calidad, humanística y científica que ayude a la nación”, expresó en torno a la UNISA.
El también especialista en genética médica y doctor en Ciencias Médicas por el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), es candidato a investigador en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y, de ser aceptado, pondrá en alto el nombre la UNISA, a la que definió como una institución de crecimiento acelerado y firme posicionamiento. “La Universidad de la Salud será el parteaguas de la salud en este país y el mundo”, concluyó.
“Soy universitario desde que nací, llegué a este mundo en el Hospital Civil de Culiacán, que forma parte de la coordinación Universitaria de la UAS; cursé el kínder y la prepa de la UAS”, compartió.