“HACEMOS FRENTE A LA SEXTA EXTINCIÓN MASIVA DE ESPECIES”

Publicado el 21 Junio 2022
IMG-20220621-WA0018.jpg
IMG-20220621-WA0019.jpg
IMG-20220621-WA0021.jpg
IMG-20220621-WA0022.jpg
IMG-20220621-WA0023.jpg

• Nueva sesión del Seminario de Sustentabilidad Alimentaria, que organiza la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de la Ciudad de México

Con las advertencias sobre los riesgos del cambio climático y el hecho de que hoy el mundo hace frente a la sexta extinción masiva de especies, hoy continuó el Seminario de Sustentabilidad Alimentaria, que organiza la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI).

En esta ocasión, el tema de la sesión fue “El suelo de conservación con el urbano: búsqueda de un círculo virtuoso basado en una alimentación sostenible y la conservación de la riqueza natural”, a cargo de los doctores Jorge Sotelo Nieto, de la UNAM, y Violeta Mena Cervantes y Mario García Sánchez, del IPN, expertos en ese campo de estudio.

Al dar la bienvenida, el doctor Pedro Álvarez Icaza Longoria, coordinador del Seminario, externó que a la Ciudad de México se le observa como un sistema complejo con problemas para los que hoy existen perspectivas y soluciones.

En su charla “Recuperación y reintroducción de especies nativas en la CDMX”, el doctor Jorge Nieto Sotelo, investigador del Jardín Botánico del Instituto de Biología de la UNAM, presentó los resultados del proyecto auspiciado por la SECTEI “Colecta y propagación de plantas nativas del Valle de México para el paisajismo sostenible de las áreas verdes públicas de la CDMX”, en el que también participaron los biólogos Ivonne Olalde y Jerónimo Reyes.

Nieto Sotelo explicó que la situación que hoy se enfrenta en el mundo forma parte de las actividades humanas; se trata de una crisis climática en la que se incluye la pérdida de biodiversidad.

Empezó su exposición señalando que esta crisis comenzó poco a poco, desde la Revolución Industrial, en el siglo XVIII, hasta el presente, cuando hay cada vez más cambios que ocasionan pérdidas en la agricultura y muchos daños al planeta.

La pérdida es tan grave, advirtió el doctor en ciencias biomédicas, que hoy en día se observa la sexta extinción masiva de especies biológicas, provocada principalmente por el hombre, con la destrucción del hábitat natural, a diferencia de las primeras cinco. “Cuando disminuye en 83 por ciento de un área natural se pierde la mitad de las especies que ahí habitaba”.

Otra causa de la extinción masiva se deriva de la invasión de especies exóticas que compiten con las nativas; así cómo por la dispersión del humano a lo largo de su historia en todos los contienes, a la contaminación, entre otros.

El director del Jardín Botánico de 2016 a 2019 puso como ejemplo a las plantas y sus beneficios, entre ellos, la regulación de la temperatura y la humedad, la protección del suelo y regulación de las plagas.

La riqueza de nuestro país se debe a que combina su posición geográfica, clima, altitudes, orografía, etcétera. De esta forma, México posee el 10 por ciento de la biodiversidad del planeta.

El proyecto que se desarrolló en el Valle de México, detalló el investigador de la UNAM, integró a la Ciudad de México y municipios circunvecinos del Estado de México, Hidalgo y Tlaxcala en una extensión de 10 mil km2 donde se localizan distintos tipos de vegetación, bosques, pastizales naturales y matorrales.

Ante la crisis de biodiversidad que en el caso de la Ciudad de México es ocasionada por el impacto urbano, cambio de uso de suelo, sobreexplotación de recursos y contaminación, entre otros, el experto enfatizó que se busca revertir esta condición con el apoyo a la conservación del medio ambiente y a la biodiversidad a partir de dos proyectos específicos.

Uno de ellos es el diseño de una paleta vegetal con plantas nativas de la CDMX para su uso en áreas verdes urbanas, y la colecta, cultivo y transferencia de germoplasma de especies nativas, como plántulas y semillas al Vivero Nezahualcóyotl de la Sedema.

Por su parte, la doctora en Ciencias, Violeta Mena Cervantes, indicó que el biodiésel es un combustible derivado de aceites y grasas, considerado una fuente de energía renovable, pero sobre todo alterna, al tratarse de un combustible limpio. Su dinámica permite la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

En su ponencia titulada “Producción Sustentable de Biodiésel en la Central de Abasto de la CDMX con Tecnología IPN-GBD-1000®️”, reveló que en el mercado de este combustible predominan los aceites vegetales.

En 2019, recordó, los cinco países con mayor producción de ellos en el mundo fueron: Indonesia, con siete mil 900 millones de litros anuales; Brasil, con cinco mil 900; Estados Unidos, cuatro mil; Alemania, tres mil 800, y Francia, con dos mil 800.

En México, detalló, somos consumidores, pero no grandes productores. Las cifras nos revelan que, hoy por hoy, existe una gran cantidad de aceites usados que pueden utilizarse con fines técnicos, económicos y ambientales. “El potencial de generación de este producto en la capital es de 34.2 millones de litros al año, equivalente a 94 mil litros diarios”.

Docente del Centro Mexicano para la Producción más Limpia (CMPL) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), resaltó que un asunto pendiente son las opciones de reciclaje. “El mal manejo de grasas y aceites usados puede ocasionar problemas ambientales y daños a la infraestructura del sistema de alcantarillado, así como el incremento de costos en el tratamiento de aguas residuales”.

La también especialista en Industria Petrolera, Química y Bioenergía, apuntó que en el contexto del “Programa Ambiental y de Cambio Climático para la Ciudad de México” existen siete ejes estratégicos: Revegetación del Campo y la Ciudad, Rescate de Ríos y Cuerpos de Agua, Manejo Sustentable del Agua, Cero Basura, Movilidad Integrada y Sustentable, Calidad del Aire, y Ciudad Solar.

Particularmente, en este último interviene el proyecto de la SECTEI: una planta de transformación de aceite vegetal de cocina para la producción de biodiésel en la Central de Abasto (CEDA).

Responsable técnico del Laboratorio Nacional de Desarrollo y Aseguramiento de la Calidad de Biocombustibles (LaNDACBio), especificó que este proyecto buscó producir el combustible a partir de aceites vegetales usados, de manera sustentable y con tecnología cien por ciento mexicana, auspiciada por la SECTEI y desarrollada por investigadores del IPN, del CMPL, y del LaNDACBio.

“Esta tecnología tiene tres principios desde el punto de vista de la huella ecológica: un proceso de cero residuos; alta eficiencia energética y rendimiento óptimo; y huella hídrica de proceso cero”. Así, se reducen hasta un 90 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero.

Creadora de 37 patentes, la doctora Mena relató que esta investigación básica realizada en 2016, y el desarrollo tecnológico del 2018, buscaron el financiamiento de la SECTEI.

El doctor en Ciencias Físicas, Mario García Sánchez, indicó que el objetivo número seis “Agua Limpia y Saneamiento” del Desarrollo Sostenible propuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), implica varios retos, organizados en dos grandes grupos: la falta de agua potable y de saneamiento.

El primero, dijo, implica trabajar en asuntos de deshidratación en poblaciones vulnerables; revisar temas de higiene, salud y limpieza inadecuada; análisis sobre el impedimento de ciertas actividades económicas; replanteamiento en el significado de costos –tiempo y dinero– para acceder al agua; y la afectación a la actividad y salud de los ecosistemas.

El segundo grupo, continuó, está relacionado con la falta de saneamiento que representa un grave problema de salud a nivel individual y público. Con estudios postdoctorales en la UNAM, García Sánchez precisó que se tienen alternativas para hacer frente a ambos desafíos; sin embargo, es necesario considerar algunas desventajas, como que el 77 por ciento de la población de México vive en regiones donde hay menos agua; 12 millones de personas carecen de agua potable; el sector agropecuario consume 76.3 por ciento del agua y genera un 62 por ciento de las aguas residuales; además, la sobrexplotación de los 653 acuíferos del país; la contaminación del 22.7 por ciento del agua superficial; y el desperdicio por fugas que asciende hasta un 40 por ciento.

En su ponencia titulada "Sistema de monitoreo remoto útil que mide la calidad del agua de lluvia filtrada en escuelas públicas con problemas de desabasto del recurso”, el doctor García Sánchez explicó que los proyectos UPIITA-IPN, financiados por la SECTEI, consisten en la captación de agua pluvial o cosecha de lluvia, que implica procesos innovadores de tratamiento de aguas; diseño y síntesis de nuevos materiales; red de distribución, recuperación, y aseguramiento hídrico; y red de monitorización y control.

Docente en el Departamento de Ciencias Básicas en la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA) del IPN, García Sánchez precisó que son dos los proyectos que el IPN presentó al gobierno capitalino.

El primero, una “Planta piloto sustentable para el tratamiento de agua pluvial operada con energía solar", consistió en el diseño e implementación de una planta para el tratamiento de agua pluvial energéticamente sustentable con energía solar.

Y el segundo, el “Monitoreo, análisis de la calidad de agua pluvial filtrada y educación ambiental en escuelas públicas en la CDMX", buscó la creación de un sistema portátil de monitorización remoto de la calidad del agua pluvial filtrada en escuelas públicas a nivel primaria.