EN MARCHA PROYECTO PARA AUMENTAR LA CAPTACIÓN DE AGUA EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Publicado el 27 Septiembre 2022
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• Se pretende depender menos del agua de cuencas fuera de la ciudad y de la perforación de pozos

En una nueva sesión del “Seminario Sustentabilidad Alimentaria”, organizado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), los doctores Ana Elisa Silva Martínez, de la UNAM, y Óscar Monroy Hermosillo, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), se refirieron al proyecto auspiciado por esta dependencia para incrementar la recolección de agua en la Ciudad de México que busca reducir la dependencia de las fuentes tradicionales como el Cutzamala y los subterráneos.

En su ponencia titulada: "Recuperación de cañadas y vasos reguladores para potabilizar y recargar los cauces de la Sierra Poniente de la CDMX, estrategias de solución: ALLENCA (Agua de Lluvia en las Microcuencas de la Ciudad de México)”, Ana Elisa Silva Martínez, doctora en Ingeniería Ambiental por la UNAM, externó que uno de los proyectos se enmarca en el esquema para la atención de problemas específicos de la capital, relacionados con el aseguramiento hídrico.

La idea original, reveló, consistió en utilizar más y mejor el agua captada en el Valle de México, en lugar de traerla de otras cuencas, o de fuentes subterráneas.

Docente en la UNAM, la doctora Silva Martínez detalló que al sur poniente de la urbe, las lluvias y huracanes provenientes del Pacífico proveen cantidades sustanciales que descienden por la sierra. Conforme nos acercamos al nororiente, continuó, el recurso de la lluvia empieza a escasear de manera natural.

“Lo anterior quiere decir que los planes de agua de lluvia deben tomar en cuenta nuestra ubicación, y también considerar la construcción de presas susceptibles de convertirse en vasos reguladores que contengan el recurso, proceso que implicará la necesaria potabilización.

“Evaluamos el potencial de usar algunos de los mayores vasos que reciben a los ríos Tacubaya, Becerra, Mixcoac, Tarango y Texcalatlaco, en la alcaldía Álvaro Obregón”.

La propuesta del proyecto consiste en edificar plantas potabilizadoras que funcionen durante la temporada de lluvia. Inicia en pequeñas cantidades durante el mes de mayo, hasta llegar a plenitud en junio, julio, agosto, y septiembre -época de huracanes-, disminuyendo en octubre.

Se trata de tener módulos de potabilización de distintos tamaños, es decir, en Río Becerra, por ejemplo, disponer de dos módulos de cien litros por segundo. La más grande, en Mixcoac, contaría con tres plantas de 200 litros por segundo.

Así, se contarían con fuentes alternativas para el suministro a la Red de Abastecimiento de la Ciudad de México, se tendría un modelo conceptual de recuperación de agua de lluvia para otras fuentes factibles en la urbe, disminuiría el subsidio del recurso importado del Sistema Cutzamala conforme se incremente la captación, habría periodos de descanso en algunos pozos del acuífero y se apoyaría el suministro de agua potable de mayo a octubre.

Con cinco presas (Tacubaya, Mixcoac, Becerra, Tarango y Texcalatlaco) se puede suministrar a la Ciudad un promedio de mil litros por segundo al inicio de mayo, hasta llegar a un máximo de mil 500 litros por segundo en julio; se mantendría un caudal importante de agosto a septiembre que oscilaría entre los mil 200 y mil 400 litros por segundo, y disminuiría poco menos de 500 litros por segundo a finales de octubre.

Al respecto, recomendó cuidar las presas como si fuesen cisternas propias. “Permitamos que las cañadas lleven agua de lluvias a los ríos y presas, no al drenaje. Respetemos las zonas de reserva ecológica, pues los bosques producen oxígeno, nos dan agua y estabilizan el suelo”, concluyó.

El doctor Óscar Monroy Hermosillo, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa, definió al desarrollo sustentable como la capacidad de la sociedad para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales, sin comprometer los recursos y oportunidades para el crecimiento y desarrollo de las generaciones futuras.

No es sustentable continuar abasteciéndonos del Sistema Cutzamala, así como extraer agua del subsuelo. “Ya casi alcanzamos los 400 metros de profundidad”.

El especialista añadió que la economía circular es el medio idóneo para alcanzar la sustentabilidad. “Debemos reciclar todos los materiales, empezando por el agua”.

Lamentablemente, resaltó, la cultura del agua en nuestra ciudad es traer agua limpia de donde se pueda o extraerla tan profunda como se pueda, usar y tirar.

Ex rector de la UAM Iztapalapa, destacó que entre los principios de sustentabilidad y economía circular para el agua se encuentran: tecnologías integradas a la naturaleza, segregación -separar agua de lluvia de la residual-, descentralización y participación ciudadana.

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el doctor Monroy afirmó que, en promedio anual, hay un tratamiento mínimo, equivalente al diez por ciento, apenas lo que se halla en el sistema de abastecimiento de agua potable.

Presidente de la Comisión de Ingeniería Ambiental, en la Academia de Ingeniería México, planteó que si pensamos ampliar la capacidad de agua -trayendo más del Sistema Cutzamala- costará casi ocho mil millones de pesos anuales por bombeo.

Sobre el manejo integral de agua en la urbe, enumeró algunas recomendaciones: manejo adecuado de bosques en las sierras para captación con reforestación e infiltración; profundizar y limpiar presas y lagunas para almacenar líquido limpio; procesar agua residual para uso industrial y agrícola; captar agua de lluvia en grandes avenidas y zonas abiertas de la ciudad, tratarla, potabilizarla e inyectarla a la red, y captar de esta misma fuente a nivel doméstico, iniciando en escuelas.