DEBATE EN TORNO AL 50 ANIVERSARIO DEL “HALCONAZO”

Publicado el 11 Junio 2021
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• Organizado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) se realizó el conversatorio “A 50 años del 10 de junio de 1971”, en el que intervinieron analistas y participantes de la marcha de ese día

En el cincuentenario del llamado “halconazo” de 1971, analistas y participantes en aquella movilización que derivó en matanza, disertaron sobre los momentos que se vivieron en ese día, se refirieron a los responsables gubernamentales del suceso y, especialmente, a las contribuciones que tuvo en el proceso de democratización en la ciudad y en el país.

La doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, instancia organizadora del encuentro, dio la bienvenida a los participantes, y recordó que ella estuvo en la marcha; aludió a que la movilización confluyó hacia una trampa, un embudo que se fue cerrando; entonces, empezó la represión.

El responsable fue el gobierno de Echeverría y antes de Díaz Ordaz en el 68. Ahí está la declaración de Martínez Domínguez, jefe del entonces Departamento del Distrito Federal en la que admitió que recibió órdenes de Echeverría porque quería dar una muestra a la izquierda para que no estuviera molestando; es algo que está escrito.

Recordemos, añadió, que en el Estado de México se estrenaba Hank González, como gobernador. La represión fue preparada con un grupo adiestrado en el Estado de México, donde Hank les dio apoyo y recursos con varios lugares para ello.

Después del 68 y del 71 hubo una gran politización, pues cada quien formó su grupo político, aunque la relevancia estriba en que ambos sucesos dieron lugar a grandes cambios en la ciudad y en el país.

El doctor Luciano Concheiro Bórquez, subsecretario de Educación Superior, de la Secretaría de Educación Pública (SEP), externó que es muy importante distinguir la diferencia del planteamiento de 1968 y de 1971. Este último buscó darle un nuevo sentido a la autonomía universitaria con respecto a la democracia en general y también en particular.

La estructuración y adiestramiento de los “Halcones”, grupo de élite del ejército mexicano, demostró la fuerte carga y la definición directa vinculada a la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Concheiro Bórquez explicó que el 71 reveló que las diferencias de pensamiento derivaron en tendencias distintas, ideas innovadoras, y propuestas de cómo impulsar y fortalecer la democracia en la ciudad y en el país.

Se retomó el derecho de salir a las calles y la movilización enseñó cómo conquistar los elementos democráticos. Después de esa fecha se instaló la lucha por la transformación de las instituciones con un empuje y una dirección mucho más renovadora.

Jesús Martín del Campo, dirigente estudiantil en 1968 y víctima de la represión en el halconazo, externó que la mayoría de quienes participaron en el conversatorio continúan interviniendo directa o indirectamente en los movimientos sociales, que finalmente han dado resultados positivos.

El esfuerzo de transformación democrática del país se debe, en parte, a los ideales de muchas y muchos de quienes integraron el movimiento estudiantil de entonces.

El también diputado del Congreso de la Ciudad de México, dijo que el gobierno de aquella época utilizó la represión para inhibir la posible participación de los estudiantes. Recordarlo ha dado frutos importantes para la memoria histórica.

Imanol Ordorika Sacristán, dirigente estudiantil del Consejo Estudiantil de 1986, precisó que un movimiento de masas como el de 1971, buscó hacer un proyecto de transformación de la universidad y del país. El 68 había sedimentado la idea de que era necesario democratizar el país, mediante una revolución socialista.

El hoy titular de la Dirección General de Evaluación Institucional de la UNAM, señaló que se vivieron años aciagos, un periodo al que definió como oscuro, pues la movilización masiva tenía una ideologización intensa, un vanguardismo muy marcado y un profundo sectarismo. También marcó un largo periodo de confrontaciones que hoy pueden verse bastante estériles.

Amparo Martínez Arroyo, directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) con apenas 16 años de edad entonces y estudiante de la Preparatoria 4 de la UNAM, adujo que la idea era que el movimiento tuviera presencia en las calles.

En su experiencia recuerda más el día siguiente, 11 de junio, porque tuvo la sensación de vivir un día gris; se colocó una lista en la pared con los nombres de los que habían participado en la marcha para que avisaran cómo se encontraban. “No sabíamos si la gente que había ido, iba a regresar”. Al respecto, confío que tuvo emociones de rabia e impotencia, especialmente al escuchar falsedades en los noticieros y contra eso “nos la pasamos luchando el resto de nuestras vidas, que no volviera ocurrir”.

Alejandro Álvarez Béjar, académico de la Facultad de Economía de la UNAM, manifestó que los años de 1969 y 1970 fueron un periodo de reflujo profundo en la movilización de masas por efecto de la ofensiva del gobierno contra los estudiantes; fue una etapa en la que surgió y proliferó el fenómeno del porrismo, con resultados “tremendos”, por lo menos en el caso de la UNAM y del IPN.

También, describió que el activismo era la autodefinición de quién estaba y quién no estaba en el movimiento, y no había un tipo de “sanción democrática”, lo que generó problemas muy fuertes, por el activismo, el sectarismo y el vanguardismo que entraron en un periodo de grandes dificultades.

Echeverría tomó iniciativa política y dialogó con los estudiantes en Durango, Yucatán, Jalisco, Coahuila, Tamaulipas, Chihuahua, Sinaloa, con el fin de “arrinconar políticamente a los de la UNAM y Politécnico”.

Ismael Mailo Colmenares, fundador de la agrupación musical Los Nakos, que surgió en el contexto del movimiento estudiantil de 1968 con un estilo de protesta, parodia y sátira política, subrayó que Echeverría Álvarez inició su gobierno con una crisis social de legitimidad: la guerrilla, las movilizaciones obreras, en el campo y entre los estudiantes, quienes iniciamos una oposición amplia, tejiendo redes de apoyo y de resistencia, expresó.